lunes, 15 de noviembre de 2010

el recuerdo de los Olores

Los bares-tienda, instituciones de la vida rural del norte de España donde se vendía de todo, desde pan a tornillos. Son pequeñas tiendas, de las que había dos o tres en cada pueblo, con anaqueles aún de madera, mostrador de mármol, una báscula antigua y toda la esencia de los ultramarinos de antaño.

Se les podría considerar precursoras del Corte Inglés, porque venden de todo: desde latas de conserva a martillos y púas, pasando por zapatos, papel higiénico, ropa de cama, calzoncillos y bragas, verduras, revistas o semillas para el campo. Eran el centro de reunión social, el bar donde ir a tomar un vino al terminar las faenas en el campo o con las vacas y el punto de información de la aburrida cotidianeidad aldeana, en las que se jugaba al dominó y se exponían desde los bandos municipales a las esquelas. Poco a poco van desapareciendo, al mismo ritmo que mueren de puro viejo sus dueños
Cuanto dinero público se gasta en crear museos etnográficos donde ya no hay nada que museizar! Mientras que cada una de estas tiendas-bar es un museo vivo de nuestra historia reciente que merecería la pena conservar.





Ese olor de las tiendas de ultramarinos. ¿Recuerda usted? En pleno centro, a veces. O mejor, en la calle Pedro Mendoza, o en Junín y Corrientes. Olor de vodka y salmón en lata; de arreos de pesca y arenque ahumado. Ese olor.
Ese olor a color de mapa.
Ese olor a ruido de motor de remolcador.
Ese olor a Hotel de Inmigrantes.
Ese olor a colonia extranjera. Ese olor.
Ese olor fresco del alambre y la cuerda; ese olor húmedo, espeso, de mostrador y trastienda; de comida dulce; de dulce agrio; de ropa comprada en puertos; ese olor ultramarino. Ese olor.
Ese olor a comida en las calles Veinticinco de Mayo, Reconquista o Leandro Alem. Olor a agencia de colocaciones, también. Y a calentador a kerosene. A tufo de calentador. A violín sacado del baúl lleno de polvo. A armónica. A afiches de la guerra ítalo-turca o anglo-boers. Ese olor.
Ese olor a tricomía de Trípoli. De familia real española. Ese olor.
Ese olor ultramarino.
Ese olor azul de mapa y ojo de buey.

El personaje de Proust por el aroma de una taza de té, reconstruye todo un tiempo perdido, pasado. Huela, huela usted cuando pase por una tienda de ultramarinos. Huele a Centenario, ¿verdad? A 1910. La Infanta Isabel. El Presidente Montt. Roque Sáenz Peña. Las primeras huelgas y manifestaciones. El abigarramiento en el Hotel de Inmigrantes, las terceras, la carta de España, la Exposición, las tiendas de ultramarinos.

Huela, huela usted cuando pase por una tienda de ultramarinos. ¿Huele a retrato antiguo, verdad? A postal en colores. La Plaza del Congreso. El monumento de los Españoles. Un niño con sombrerito de paja que cruza la calle. Un fiacre. Un tranvía a caballos. El mayoral.

Huela, huela usted cuando pase por una tienda de ultramarinos. Huele a heliotropo, brocamelia y alelí. Huele a Parece que Fue Ayer. A trencito del Parque Japonés. A cuello Mey. A bigotera y cosmético. A 1914. Huele a progroms. A guerra europea.

Los diarios nos recuerdan cada día ese olor, esos olores.
Lituania, Letonia, Estonia, Finlandia, Polonia….Kovno, Vilma, Helsingfors, Riga…
Inmediatamente se desparrama un olor a arenque ahumado, a pepinos en vinagre, a salmón en lata, a pescado en barrica, a esturión, a bacalao, a arreos de pesca, a … un olor ultramarino. (Todo esto puede ser un poco literario, pero ustedes comprenderán).

En seguida, el paisaje. Ahora hay sobresalto en el mar, en las rías y en los ríos; en los prados y en las colinas.

¿Qué será de esos paisajes reproducidos en los atriles de algunos pianos automáticos?
¿Qué será de la rueda del molino mal pintado?Vemos a una mujer gorda cortando pescado sobre una tabla. (La gorda de la pescadería).

A un grupo de hombres del norte cuchicheando a la puerta del café maloliente. A un vendedor de diarios cuyos títulos no podremos deletrear nunca. A un sacerdote de una religión extranjera –y extraña-. A un retrato de novios, en el fondo de la sala, sobre unos tarros de compota de penetrante olor (ultramarino). A alguien que cruza la calzada llevando a un niño de la mano. A un niño agitando desde la borda de un barco de carga su gorra de pana (ultramarina). Y, finalmente, a una pandilla de chiquillos rubios, rotosos, sucios, que hablan ya el lenguaje de la calle, el lenguaje argentino, mientras la más vieja de las mujeres, la más vieja, mueve melancólicamente la cabeza y habla todavía del barco como el gringuito cautivo de "Martín Fierro".

Y, sobre la mesa, el diario, y en el diario los telegramas fechados en esos lugares (ultramarinos) que, sin duda, no conoceremos nunca. Y entonces, al puchero cotidiano se mezcla un súbito y profundo olor (ultramarino) de arenque ahumado, de salmón en lata, de pepino en vinagre, de pescado en barrica.

Es curioso.
Y triste, bien triste, muy triste. (Ultramarino).

Enrique González Tuñón (Buenos Aires en 1901-Cosquín 1943). Del libro
En la calle de los sueños perdidos



El viejo aparato de radio deja oír una sintonía pegadiza: "Es el Cola-Cao desayuno y meriendaaaaa".








Aquellas tiendas. Ya no quedan de estas tiendas cálidas, personales, diminutas, que antes llamaban de ultramarinos, en que todo estaba al alcance de la mano y te trataban por tu propio nombre.

viernes, 1 de octubre de 2010

El Valor de lo Artesanal

Es de todos sabido, que lo más cómodo, lo más rápido, lo mas fácil..... es lo que "nos ponen hasta en la sopa", lo que creemos que es calidad por que de tanto oírlo o tanto verlo -lo damos por bueno-.
No por ver a los Famosos comiendo determinados productos; estos ganan en virtudes (¿cuales?...).
La Tradición nos marca un camino lleno de Sabiduría.... El Valor de lo Artesanal.
Todos los oficios relacionados con la alimentación están llenos de riqueza. Una Herencia tan jugosa, tan extensa, tan variada... En cualquier parte del mundo podemos ver como uno de los principales factores diferenciadores de la cultura de un pueblo son sus oficios; y sobre todo los relacionados con la alimentación.
El Valor de lo Artesanal está principalmente en el interés por cuidar los métodos. La tradición y la historia de un pueblo se ven reflejadas en sus prácticas, que se convierten en legados que pasan de generación en generación, y le dan identidad a dichas regiones.
En Resumen Hay que apostar por "manos creativas" en vez por las "máquinas creativas".
Desde La despensa de las delicias, queremos acercaros nuestro sueño, nuestro romanticismo de tienda de coloniales, o Abacería antigua. Queremos ser fieles a nuestra filosofía y nos gusta transmitirlo.
En muchos casos, nuestros Abuelos lo hacían mejor. sigamos sus pasos.... ellos nos acercaron al Futuro.

Selección de los consejos que se transmiten los comerciantes de padres a hijos.


1.- “La calidad de un artículo se recuerda durante mucho más tiempo que el precio que se ha pagado por él”
2.-“Quien deja un negocio bueno en busca de otro mejor, hace mal cambio”
3.-“El camino que conduce a la riqueza es el del trabajo y la honradez”






4.-“Compra lo que necesitas y nada más. Las existencias acumuladas son dinero perdido”
5.-“Nunca gastes un dinero que no hayas ganado todavía”
6.-“La sonrisa franca atrae a la clientela”
7.-“Vé tú a buscar al cliente. No esperes a que te busque él”
8.-“El que cesa de anunciar su tienda porque las ventas flaquean, mata al caballo porque
cojea”
9.-“El que engaña a otro, se engaña a sí mismo”
10.-“Nunca atribuyas a tus mercancías virtudes que no tienen. Tarde o temprano el
cliente se dará cuenta y no volverá”
11.-“Más vale no vender que vender a mal pagador”
12.-“Un cliente satisfecho, hablará bien de tu negocio a una persona; pero un cliente insatisfecho, hablará mal de tu negocio a diez personas”


jueves, 23 de septiembre de 2010

Un Mundo de Carnes

Que os sugiere tener la oportunidad a vuestro antojo de poder probar y disfrutar distintas carnes del mundo. Sentir sus contrastes, sus texturas, sus sabores.... Pues ya sabéis que ponemos todo Un Mundo de Carnes a vuestro alcance (y a precios para todos los bolsillos).
Carnes de Europa, África, Asia, Oceanía, América.
 

   
 

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Un nuevo comienzo

Bueno, pues aquí estamos, iniciando lo que queremos que sea una nueva ventana; en donde todos podais asomaros y comentar lo que veais.
Sin más, con esto comenzaremos a escribir y leer vuestras opiniones y sugerencias.